Primero de Otoño | Poesía
Los últimos jirones del verano se apagaban,
Trémula y herida, recorrió su alma,
jamás se rindió ante las sombras de la vida.
En un momento infinito, paró para observarme.
Me dedicó su sonrisa, la más hermosa y cálida.
Me dedicó su tiempo, sus líneas y su habla.
Sus risas, sus retos, sus juegos de palabras.
Me llevó de la mano por caminos de zarzas.
De rosas y espinas. De luna y de calma.
Me enseñó de la vida, la tristeza y la gracia.
Del amor eterno que el corazón demanda.
Me enseñó a levantarme, a medir mis palabras.
Que la paciencia es un don y el rencor una farsa.
Me enseñó que el consuelo llega siempre a casa.
Y que el día es un juego que a veces pierde o se gana.
Que la felicidad es aquello que solo pocos alcanzan.
En las cosas pequeñas, como el rocío del alba.
Y se detuvo un otoño, el primer día.
Se detuvo y no quiso que yo la vea.
Se detuvo y su rostro no tuvo alegría,
sólo una paz ansiada, tan calma y serena.
Su hálito luminoso me acarició en la distancia.
Sus ojos vieron la luz de Dios.
Su vida, de pronto, le fue arrancada.
Ella, en otoño, me abandonó.
A. Martínez
Dedicado a mi mamá, Regina Martínez.
💞
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BorrarSos todo ❣
ResponderBorrarLove U
Borrardiablos señorita u.u
ResponderBorrarn.n ♥
BorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarSentidos versos por un dolor que se esconde, pero no cesa...me encantooo
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